México
Introducción
«México es un país rico con mucha pobreza»En el año 2018, más de 126 millones de personas vivían en México, generando un producto interno bruto de 1 223 mil millones de dólares. El país pertenece al grupo de estados con mayor promedio de ingreso per cápita y ocupa el puesto 74 en el Índice de Desarrollo Humano (2018). Por ende, México es considerado un país con un alto nivel de desarrollo en términos de esperanza de vida, educación y nivel de vida. Sin embargo, un coeficiente de Gini del 43,3% (2016) deja en claro que los ingresos se distribuyen de manera bastante desigual.
La fuerte participación de México en el comercio internacional queda ilustrada en su alta tasa de comercio exterior de 80,3% en 2018. En el mismo año, las importaciones del país ascendieron a 503 mil millones y las exportaciones a 480 mil millones de dólares. Además, con inversiones de aproximadamente 486 mil millones de dólares estadounidenses (2018), México es un destino interesante para la inversión extranjera directa.
A pesar del positivo desarrollo económico en los últimos años, México continúa enfrentando importantes desafíos sociales y ambientales. En el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International (2018), el país ocupa el lugar 138 de 180 estados, lo que lo convierte en uno de los países del continente americano donde la corrupción es más frecuente.
Según Human Rights Watch, violaciones masivas de los derechos humanos ocurren con regularidad en México. Estas incluyen denuncias de uso excesivo de la fuerza, ejecuciones extrajudiciales y tortura por parte de las fuerzas de seguridad, con impunidad sistemática y continua de los perpetradores. Periodistas que informan sobre el crimen organizado o la mala administración en las instituciones estatales son atacados, acosados y sometidos a la autocensura. Según Reporteros sin Fronteras, cincoperiodistas fueron asesinados en relación con sus actividades en 2018, y México ocupa el puesto 144 de 180 países en el ranking de libertad de prensa.
Según la Base de datos de estadísticas ambientales de las Naciones Unidas, en el 90% de la población mexicana se recolectan los desechos domésticos (2006) y el 5% de éstos son reciclados (2013). El 98,3% de la población tiene acceso a servicios básicos de agua potable (2015), con una cierta brecha urbano-rural (urbano 99,5%, rural 93,7%). Sin embargo, es sorprendente que solo una minoría de la población tenga acceso a fuentes de agua dulce que se consideran seguras (42,6%). El 71% de la población está conectada al sistema de alcantarillado (2010). En 2014, las emisiones de CO2 per cápita se situaron en 3,9 toneladas, por debajo del promedio mundial de las emisiones de 5 toneladas, pero por encima del promedio de 3,1 toneladas de América Latina.
En los próximos capítulos se presentarán ejemplos de los desafíos que enfrentan las empresas en México en relación con los derechos humanos / condiciones de trabajo, el medio ambiente y la corrupción. Además, se demostrará a modo de ejemplo cómo las empresas cumplen con su responsabilidad social en estas áreas.
Derechos humanos
«No puede haber copyright en la responsabilidad empresarial»En México, los llamados pseudo-sindicatos o sindicatos blancos y amarillos son un fenómeno común. Éstos negocian Contratos de Protección (para la paz en la fábrica) con las empresas. Los contratos de protección son a menudo arbitrarios, y apenas exceden los requisitos mínimos en términos de salario y beneficios sociales. Más bien sirven para mantener al margen de la empresa a los sindicatos independientes y democráticamente elegidos. Los sindicatos blancos y amarillos a menudo son dirigidos por personas individuales que como tal son dueños de los convenios colectivos e incluso pueden heredarlos. Generalmente, los contratos de protección se cierran sin el conocimiento o consentimiento de los empleados. Los empleados de la empresa son representados por el sindicato blanco o amarillo, incluso si no son miembros de éste. Aquellos que no quieren ser representados por éste, automáticamente pierden sus trabajos. Las compañías a menudo financian directamente a los sindicatos blancos y amarillos, transfiriéndoles parte de la nómina de sueldos.
Numerosas empresas internacionales cierran un contrato de protección con algún pseudo-sindicato durante la fase de inversión, antes de siquiera contratar a los primeros empleados. En contraste, también hay compañías internacionales que permiten el funcionamiento de sindicatos independientes y democráticamente elegidos. Éstos debieran, al menos en teoría, comprometerse más con los intereses de los empleados. En la práctica, sin embargo, este no siempre es el caso, en parte debido a la falta de competencia y la organización insuficiente de los sindicatos.
Medio Ambiente
«A largo plazo, lo barato sale costoso»El reciclaje sistemático de productos y materiales usados todavía es relativamente bajo en México. En los últimos años, varias compañías han comenzado a implementar programas de reciclaje para papel, materiales de embalaje o botellas de agua. Para motivar a los empleados a participar en su programa de reciclaje y, al mismo tiempo, mejorar el clima laboral, una empresa multinacional organiza una serie de concursos durante todo el año. En una de estas competencias, el equipo que recoge la mayor cantidad de botellas de plástico gana, por ejemplo, una comida. Los equipos deben constar de cuatro a cinco empleados, que provienen de diferentes divisiones. Eso lleva a que los empleados se comprometan con el reciclaje y al mismo tiempo se comuniquen y colaboren entre ellos. A través de acciones como estas, los empleados recogen grandes cantidades de material de empaquetado que la empresa luego envía, por ejemplo, a una organización sin fines de lucro que lo utiliza para la fabricación de productos artesanales.
Corrupción
«La corrupción es un cáncer en México»La corrupción está muy generalizada en México. Las compañías y organizaciones internacionales tienen que pasarle dinero al cartero para que les entregue el correo y al basurero para que les saque la basura. Los vendedores ambulantes necesitan sobornar a diario a los agentes de la policía para poder comercializar sus productos. Las pequeñas y medianas empresas (PYME) del sector formal también se enfrentan a la corrupción. Requieren una gran cantidad de licencias y permisos que se consideran susceptibles a la corrupción. Las PYME, a la vez, están en desventaja debido a la falta de competencia leal. Está el fenómeno de las compañías ficticias, que solo son fundadas para inventarles pedidos. Estas empresas, a veces contando con solo unos días de antigüedad, reciben encargos por varios millones de dólares, a pesar de no disponer de suficiente personal calificado.
Hasta hace unos años, el tema de la anticorrupción apenas interesaba a las empresas. Se opinaba que la corrupción era un problema del gobierno. Esto ha cambiado. Hoy en día, varias organizaciones empresariales participan activamente en la lucha contra la corrupción y empresas privadas están financiando actividades anticorrupción. Sin embargo, como regla general, las empresas no quieren exponerse públicamente, ya que temen la confrontación con el gobierno del cual dependen, por ejemplo, para adjudicarse contratos públicos.
En su lucha contra la corrupción, algunas partes del empresariado han unido fuerzas con otros actores de la sociedad civil. Esta acción colectiva, junto al primer referéndum en la historia de México, ha llevado a un endurecimiento de la legislación anticorrupción a nivel federal.