Argentina
Introducción
«Argentina es la tierra del ‘en realidad, debiéramos‘»En 2017, la población total de Argentina ascende en torno a 44,5 millones y su producto interno bruto llegó a alrededor de US$ 518 mil millones. Según la clasificación del Banco Mundial, Argentina es un país de ingresos medios del rango mayor y ocupa el puesto 47 en el Índice de Desarrollo Humano (2017), convirtiendo a Argentina en uno de los países con un desarrollo humano muy alto en términos de esperanza de vida, educación y nivel de vida. Un coeficiente de Gini del 40,6% (2017) indica que la distribución del ingreso en Argentina está más concentrada que en Europa Central. Sin embargo, en comparación con otros países de América Latina, Argentina es uno de los países con la más moderada concentración de ingresos.
Una cuota de comercio exterior del 19,7% en 2017 indica una participación de Argentina en el comercio internacional inferior al promedio. En 2018, el país importó bienes y servicios por un valor de US$ 85 mil millones y exportó alrededor de US$ 75 mil millones. El que Argentina haya despertado menor interés al promedio entre los inversionistas extranjeros en los últimos años se manifiesta en el hecho de que el stock de inversión directa asciende a solo 73 mil millones de dólares. Esto representa el 4% de la inversión extranjera en América Latina.
Durante los doce años del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, Argentina mostró un creciente aislamiento a nivel internacional. El presidente Mauricio Macri, en el cargo desde diciembre de 2015, está intentando abrir gradualmente al país económicamente excluido. Además de implementar una agenda de reforma económica, el país también enfrenta importantes desafíos sociales y ambientales. El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de Transparency International (2019) coloca a Argentina en el puesto 85. Esto significa que la corrupción es percibida como generalizada, incluso en comparación con otros países de América Latina.
Hubo violaciones masivas de derechos humanos en Argentina durante la época de la última dictadura militar, cuyas consecuencias continúan afectando enormemente a la sociedad en la actualidad. Además, Human Rights Watch (2019) señala que también la Argentina actual enfrenta problemas de derechos humanos, como el abuso de la fuerza policial, las malas condiciones en las cárceles y la frecuente violencia contra las mujeres. Además, el país es acusado de proporcionar un acceso insuficiente a la justicia, la tierra, la educación, la atención médica y otros beneficios estatales a su población indígena, así como no concederle suficientes formas de participación en el desarrollo económico del interior del país. Según Reporteros sin Fronteras, en 2019 ningún periodista fue asesinado en relación con su trabajo en Argentina. El país ocupa el puesto 57 en el ranking de libertad de prensa.
En el 90% de la población, se recogen los residuos domésticos (2010), pero no hay información sobre su reciclaje. El 99,6% de la población tiene acceso a servicios básicos de agua potable (2015). Aunque solo existen diferencias marginales entre las áreas urbanas y rurales, una parte levemente menor de la población urbana tiene acceso a los servicios básicos respecto del agua. La gran mayoría de la población (98,5%) tiene asegurado el suministro de agua potable. Al mismo tiempo, solo el 50% de la población está conectada al sistema de alcantarillado (2010). En 2014, las emisiones de CO2 per cápita fueron de 4,7 toneladas, justo debajo de las 5 toneladas per cápita del promedio mundial, pero muy por encima del promedio latinoamericano de 3,1 toneladas.
En los próximos capítulos se presentarán ejemplos de los desafíos que enfrentan las empresas en Argentina en relación a los derechos humanos / condiciones de trabajo, el medio ambiente y la corrupción. Además, se demostrará a modo de ejemplo cómo las empresas cumplen con su responsabilidad social en las áreas mencionadas.
Derechos humanos
«En este país nunca se sabe toda la verdad»Respecto a los derechos humanos / condiciones de trabajo en Argentina, debido a la posición comparativamente fuerte de los sindicatos, las condiciones de trabajo en Buenos Aires y sus alrededores son generalmente consideradas como dignas. Sin embargo, de vez en cuando se descubren talleres ilegales donde las normas de seguridad y de higiene son ignoradas y prevalecen condiciones de trabajo similares a la esclavitud. Además, todavía existen casos de trabajo infantil en las zonas rurales de Argentina, por ejemplo en la producción de yerba mate y otros campos de la agricultura. El trabajo infantil está prohibido en Argentina. La edad mínima para trabajar es de 16 años. Sin embargo, muchas familias pobres de la población rural, cuyos hijos trabajan, no ven nada malo en el trabajo infantil, considerándolo algunos incluso como parte de la cultura. Los padres fueron niños trabajadores y ahora sus hijos crecen en el mismo entorno y adquieren las mismas experiencias. Este anclaje tradicional conduce a una falta de concientización sobre la injusticia entre las familias y la población rural.
Existen numerosas campañas orientadas a generar conciencia sobre el trabajo infantil y ayudar a las familias a alejar a los niños del trabajo físico duro y permitirles asistir a la escuela. Además, dentro de su ámbito de influencia, las empresas se aseguran de que los proveedores paguen salarios adecuados a sus empleados. Esto reduce la necesidad de que los niños ganen dinero. Para este propósito, se han desarrollado y aplicado estándares y controles.
Medio Ambiente
«Si los demás actúan de esa manera, ¿por qué yo no?»La protección ambiental es un tema clave que enfrentan las empresas en Argentina cuando se trata de asumir responsabilidad social. Existen numerosos ejemplos de empresas que descargan sus aguas residuales sin tratar en los ríos o eliminan inadecuadamente los residuos industriales. El agua subterránea contaminada, especialmente en las cercanías de los principales centros urbanos e industriales, y la disminución de las poblaciones de peces y de los recursos forestales son consecuencias de este comportamiento.
Otro problema concierne al uso de los recursos hídricos, distribuidos de manera muy desigual por todo el país. Mientras que el oeste de Argentina tiene grandes manantiales de agua dulce, hay lugares con muy poca disponibilidad de agua en dirección a la Cordillera de los Andes. Aquí, la población local compite con las empresas por el acceso al agua. Además, el uso de recursos, como por ejemplo agua y energía, es muy económico en Argentina, ya que muchos precios están subsidiados por el estado. Como resultado, muchas empresas no tienen incentivos financieros para invertir en tecnologías eficientes para el uso de los recursos.
Dado que la infraestructura estatal y los controles ambientales son insuficientes, es responsabilidad de las empresas promover el uso consciente del agua y la energía así como la gestión responsable de los residuos. En muchos casos, las empresas multinacionales desempeñan un papel pionero en la protección del medio ambiente, por ejemplo, con la prevención y separación de residuos. Los residuos de plástico, metal y papel se revenden a otras empresas y se reciclan. Los residuos orgánicos se convierten en compost, y se instalan incineradores especiales para desechos industriales. Pero también entre las empresas locales se encuentran buenas prácticas para la protección ambiental. Por ejemplo, una empresa familiar ha construido su propia planta de tratamiento de aguas residuales para el puerto que opera, en vistas de que la autoridad local responsable no proporciona la infraestructura adecuada.
Corrupción
«It takes two to tango»En Argentina, existe la percepción generalizada de que la corrupción estaría muy extendida en el estado y la economía, y sería ampliamente aceptada. La falta de control estatal y la impunidad promueven la corrupción. Además, la inflación favorece el comportamiento corrupto, ya que las empresas no pueden establecer presupuestos adecuados y las cifras financieras están distorsionadas. Lo mismo aplica para las políticas económicas, monetarias y cambiarias erráticas, así como para las crisis que sacudieron repetidamente la economía argentina, ya que favorecen planteamientos cortoplacistas en las empresas. Esto a menudo se asocia a una gran incertidumbre económica y sanciones financieras para las empresas que sí acatan las reglas.
En los últimos años, también compañías extranjeras han estado y siguen involucradas en esta telaraña de aceptación de ventajas y sobornos, porque no estaban dispuestas a prescindir de su negocio. Solo desde que se endureció el enjuiciamiento en los Estados Unidos, ha habido un cierto cambio en el comportamiento de las empresas internacionales, intentando generar un cambio positivo en sus respectivas esferas de influencia.
Las empresas utilizan, entre otras cosas, el enfoque de acción colectiva, como lo muestra el siguiente ejemplo: inspectores de puerto cobraban una tarifa informal a los barcos turísticos. Si las compañías navieras no les pagaban, sus barcos no eran atendidos. Una empresa no estaba dispuesta a aceptar esto y unió fuerzas con otras compañías para conformar una Collective Action. Como resultado, los inspectores no permitieron el desembarque de varias compañías. Esto llamó la atención de la opinión pública y de los medios. A raíz de la presión social, los inspectores decidieron atender los barcos sin el pago de la tarifa informal, que desde entonces ya no es necesario pagar.